lunes, 22 de mayo de 2017

Astronomía Zetética (S. Rowbotham) Capítulo II: Experimento 13

Experimentos que demuestran la verdadera forma del agua, y que prueban que la Tierra es plana

Experimento 13
El siguiente esquema, Fig. 34, representa una sección contraída de las líneas del ferrocarril de (London and North Western Railway); desde Londres hasta Liverpool, a través de Birmingham. 


Fig. 34

La línea entre A-B es la superficie con sus diversas inclinaciones y altitudes; entre C-D es la línea de referencia (datum) desde la que se miden todas las elevaciones; H es la estación en Birmingham, la elevación allí es de 240 pies (73.15 m) por encima de la línea de referencia (datum) entre C-D, qué es la línea de continuación con el nivel del río Támesis en D hasta el nivel del río Mersey en C. La longitud directa de esta línea es de 180 millas (‪289.68 km); es una línea derecha o absolutamente recta en sentido vertical desde Londres a Liverpool. Por lo tanto, la estación en Birmingham está a 240 pies (73.15 m) por encima del nivel del Támesis, que siguió continuo como una línea recta a lo largo de toda la longitud de la vía férrea. Pero si la tierra es un globo, la línea de referencia (datum) sería la cuerda del arco D-D-D, Fig. 35, y la cumbre del arco en D, estará 5400 pies (1,6 km) por encima la cuerda en C



Fig. 35
Añadiendolo a la altitud de la estación a 240 pies (73.15 m), si la tierra fuera un globo, la estación de Birmingham en H, tendría 5640 pies (1.72 km) por encima de la línea de referencia horizontal (datum) D-D o verticalmente por encima de la marca alta de agua de Trinity (Trinity high water mark), en el puente de Londres. Se encuentra prácticamente y de hecho, a no más de 240 pies; por lo tanto, la teoría de la redondez debe ser una falacia. Secciones de todas las otras líneas de ferrocarriles darán pruebas similares que la Tierra en realidad es plana.


El túnel bajo el Mont Fréjus proporciona una ilustración muy llamativa de la verdad; que la tierra es plana, y no un globo. La elevación sobre el nivel del mar de la entrada en Fourneaux en el lado francés de los Alpes es de 3946 pies (1.2 km), y la elevación de la entrada en el lado italiano es de 4381 pies (1.33 km). La longitud del túnel es de 40.000 pies (12.19 km), o casi ocho millas terrestres inglesas. El gradiente o subida, de la entrada en el lado francés a la cumbre del túnel, es de 445 pies (135.63 m); y en el lado opuesto, 10 pies (3.04 m). Se verá a partir de la siguiente cuenta dada por M. Kossuth, que los levantamientos geodésicos se realizaron en conexión con una línea derecha, como el eje del túnel y por lo tanto con una línea de referencia (datum) horizontal que es bastante incompatible con la doctrina de la redondez. Que la tierra sea un plano, involucra todos los detalles de la inspección topográfica, ya que la siguiente cita mostrará:

"Los observatorios colocados en las dos entradas al túnel se utilizaron para las observaciones necesarias, y cada observatorio contenía un instrumento construido para el propósito. Este instrumento fue colocado en un pedestal de mampostería (albañilería), la parte superior de la cual se cubrió con una losa horizontal de mármol, teniendo grabado sobre su superficie dos líneas de intersección, marcando un punto que estaba exactamente en el plano vertical conteniendo el eje del túnel. El instrumento estaba formado por dos soportes fijos sobre un trípode, provisto de un tornillo de ajuste de precisión. El telescopio era similar a un teodolito incluyendo una retícula fuertemente iluminada por la luz de una linterna, concentrada por una lente y proyectada sobre la retícula. Al usar este instrumento para comprobar el eje de la galería en la entrada norte, por ejemplo; después de haber demostrado precisamente que el plano vertical, correspondiente al punto de intersección de las líneas sobre la losa, que también pasa a través del centro del instrumento, entonces, una línea visual fue llevada hasta la estación en Lochalle (en la montaña), y en el instrumento, que se está comenzando a bajar, el número de puntos requerido podía fijarse en el eje del túnel. Para ejecutar tal operación, era necesario que el túnel estuviera libre de humo o vapor. El punto de colimación era una plomada, suspendida del techo del túnel mediante un marco rectangular de hierro, en el cual, en un lado se cortaron un número de mellas, y la plomada se desplazó de mella a mella, de acuerdo con las señales del operador en el observatorio. Estas señales fueron dados al hombre cuya misión era ajustar la plomada, por medio de un telegrama o un cuerno parlante. El primero encontró un valor incalculable a través de todas estas operaciones:
A la entrada de Bardonnecchia (Italia), el instrumento empleado para establecer el eje del túnel era similar al ya descrito, Con la excepción de que estaba montado en un pequeño carro, apoyado en columnas verticales erigidas a distancias de 500 metros entre sí en el eje del túnel. Con la ayuda del carro, el teodolito primero fue colocado aproximadamente en la línea central. A continuación, se colocó exactamente en la línea mediante un tornillo de ajuste fino, que movía el ocular sin tener que desplazar el carro. Con el fin de entender más claramente el método de funcionamiento del instrumento, el modo del procedimiento se puede describir. Al establecer una prolongación de la línea central del túnel, el instrumento fue puesto hasta la penúltima columna; una luz estaba colocada en la última columna, exactamente en su centro; 500 metros más adelante, un marco del caballete fue colocado a través del túnel. Sobre la barra horizontal de este caballete se cortaron varias mellas, contra la cual se colocó una luz, y se fijó con tornillos de ajuste adecuados El observador que estaba de pie en el instrumento, hizo que la luz se moviera sobre el marco del caballete hasta que fue trazada en una línea exacta con el instrumento y la primera línea; y luego el centro de la luz fue proyectado con una plomada; de esta manera se encontró el centro exacto. Mediante una repetición de operaciones similares, el plano vertical que contenía el eje del túnel estaba dispuesto por una serie de líneas de plomada. Durante los intervalos que transcurrieron entre operaciones consecutivas con el instrumento, se comprobó que las plomadas eran suficientes para mantener la dirección en la realización de la excavación. Para mantener los gradientes adecuados en el túnel, era necesario establecer niveles fijos por intervalos, deduciéndolos por nivelación directa a partir de marcas estándar de referencia, situadas a cortas distancias de la entrada Las marcas de nivel fijas en el interior del túnel, se realizan sobre pilares de piedra, colocados a intervalos de 25 metros, y a estos se les remitieron los distintos puntos al exponer los gradientes." (Fin de la cita)

El teodolito "fue colocado sobre un pedestal de mampostería, cuya cima estaba cubierta con una losa horizontal de mármol, teniendo grabada en su superficie, dos líneas que se intersecaban, marcando un punto que estaba exactamente en el plano vertical que contenía el eje del túnel." Esta losa fue el punto de partida, para la línea de referencia (datum) que determinó los gradientes. Su superficie horizontal, prolongada a través de la montaña, pasó 445 pies (‪135.63 m) bajo la cumbre del túnel, y 435 pies (‪132.59 m) debajo de la entrada en el lado italiano. Esta entrada tuvo 4381 pies (‪1.34 km) sobre el nivel del mar, y 435 pies (‪132.59 m) por encima de la losa de mármol horizontal en el lado francés. Pero, si la tierra es un globo, la línea de referencia (datum) el dato de esta losa horizontal sería una tangente, desde el cual el nivel del mar se curvaría hacia abajo hasta alcanzar los 42 pies (12.80 m) y la cumbre del túnel, en vez de estar a 10 pies (3.05 m) por encima de la entrada italiana, estaría necesariamente a 52 pies (15.85 m) por encima de ella. No es así, y por lo tanto la línea de referencia (datum) no es una tangente, pero corre paralela al mar que es un nivel del mar No convexo, y la tierra No es un globo. Esto quedará claro en el siguiente diagrama, Fig. 36.


Fig. 36
Dejemos que la cumbre del túnel sea representada por A, el eje del túnel o centro determinado por el teodolito T está entre A-T , la losa de mármol es S, la línea de referencia (datum) entre D-S corre paralela con el nivel del mar entre H-H, la entrada italiana, a una altura de 435 pies (‪135.64 m) por encima de la línea D-S, y 4381 pies (1.34 km) por encima de la superficie del mar que es entre H-H; la cumbre del túnel A está a 445 pies (‪135.64 m) por encima de la entrada francesa en T, lo mismo por encima de la línea de referencia (datum) D-S y 4391 pies (1.34 km) por encima de la línea del nivel del mar entre H-H. Si la tierra fuera un globo, la línea de referencia (datum) D-S, sería una tangente hasta el mar desde H-S, a partir de cuyo punto, la superficie del mar se tendría que curvar 52 pies (‪15.85 m) hacia abajo como se muestra en la Fig. 37. Por lo tanto, la elevación del túnel en B sería de 52 pies (‪15.85 m) más alto sobre el nivel del mar en H, de lo que ya sabemos que realmente tiene; porque tomar la línea de referencia (datum) D-S como una tangente y la longitud del túnel que es de 8 millas; [8 millas al cuadrado multiplicadas por 8 pulgadas = 52 pies (‪15.85 m)].

Fig. 37
Así, en una longitud de 8 millas terrestres (‪12.87 km) de las operaciones de ingeniería más hábiles, llevada a cabo por los más logrados hombres de ciencia, ¡hay una diferencia entre la teoría y la práctica de 52 pies (‪15.85 m)! En vez de censurar a estos más eminentes ingenieros prácticos de aquellos días, aquellos que especialmente tuvieron tal habilidad y una perseverancia consumada, que completaron una de las más gigantescas tareas de los tiempos modernos; dejen que la falsa idea de la redondez de la tierra sea enteramente descartada y que la simple verdad sea reconocida, que la tierra es un plano. Si se adopta en la práctica, ¿por qué debería negarse en lo abstracto? ¿Por qué la educación dada en nuestras escuelas y universidades incluye un reconocimiento forzado de una teoría que cuando se aplica prácticamente, siempre debe ser ignorada y contradicha? 

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La finalización del gran canal de barcos, que conecta el Mar Mediterráneo con el Golfo de Suez, en el Mar Rojo proporciona otra instancia de entera discrepancia entre la teoría de la redondez de la Tierra y los resultados de la ingeniería práctica. El canal tiene una longitud de 100 millas estatales inglesas (‪160.93 km), totalmente sin bloqueos; de manera que el agua dentro del canal es en realidad una continuación del mar Mediterráneo hasta el Mar Rojo. "El nivel promedio del Mediterráneo es de 6 pulgadas (15.2 cm) por encima del Mar Rojo, pero por la pleamar (estado más alto o altura máxima alcanzada por la marea) en el Mar Rojo, aumenta 4 pies (10.16 cm) por encima del nivel más alto, y cuando el agua retrocede cae casi 3 pies (7.62 cm) por debajo del nivel más bajo en el Mediterráneo." La línea de referencia (datum) está 26 pies (7.92 m) por debajo del nivel del Mediterráneo, y continúa horizontalmente de un mar al otro; y durante toda la longitud de la obra, la superficie del agua corre paralela con esta línea de referencia (datum), como se muestra en la siguiente sección, fig. 38, publicado por las autoridades.

Fig. 38
A-A-A, es la superficie de la canal, que pasa a través de varios lagos, de un mar al otro; D-D, el lecho del canal, o línea de referencia (datum) horizontal a la que las diferentes elevaciones de la tierra y C son referidas, pero siendo paralela a la que se encuentra en la superficie del agua a lo largo de toda la longitud del canal; demostrando así que el nivel de la marea media del Mar Rojo, como las 100 millas (‪160.93 km) de agua en el canal, y la superficie  del mar Mediterráneo, son la continuación de una y la misma línea horizontal. Si la Tierra es globular, el agua en el centro del canal teniendo 50 millas (‪80.47 km) desde cada extremo, sería la cima del arco de un círculo, y se situaría en más de 1600 pies (‪487.68 m) por encima del mar Mediterráneo o del Mar Rojo (50 ² * 8 pulgadas = 1666 pies y 8 pulgadas), como se muestra en el diagrama, fig. 39. A es el Mar Mediterráneo, B es el Mar Rojo, y A-C-B, el arco de agua que los conecta. Si la Tierra fuera realmente globular, D-D que es la línea de referencia (datum) horizontal, sería una cuerda abajo del arco A-B-C .

Fig. 39
El lecho del océano Atlántico, desde Valencia (costa oeste de Irlanda) hasta la bahía de Trinity en Newfoundland y su inspección topográfica para el tendido del cable, es otra ilustración o prueba de que la superficie de las grandes aguas de la Tierra, es horizontal y no convexa, como se verá por el siguiente diagrama, contraída de la sección publicada el 8 de octubre de 1869, por el Ministerio de Marina. 
Fig. 40
C-D es la línea de referencia (datum) horizontal, A-B es la superficie del agua, con una distancia de 1665 millas náuticas o 1942 millas terrestres (‪3125,35 km). En aproximadamente un tercio de la distancia desde A en Terranova, la mayor profundidad se encuentra a 2424 brazas (4.4 km); la siguiente parte más profunda es de 2400 brazas (4,43 km); en aproximadamente dos tercios de la distancia desde A, hacia B en Irlanda, mientras que en el centro, la profundidad es de menos de 1600 brazas (‪2,93 km); pero si la superficie del agua del Atlántico es convexa, el centro tuviera una profundidad de 628,560 pies o cerca de 120 millas (‪193,12 km) mayor a las dos estaciones que son la bahía de Trinity y Valencia; y la mayor profundidad estaría en el centro del Océano Atlántico donde sería 106.310 brazas (‪1149,5 km), en lugar de 1550 brazas (‪2,83 km), que se demostró mediante sondeos reales actuales. La fig. 41 muestra el arco de agua que existiría en relación con la línea de referencia (datum) horizontal entre Irlanda y Terranova si la tierra fuera un globo.

Fig. 41
Una vez más, si la superficie del agua en el océano Atlántico es convexa (una parte de una gran esfera de 25,000 millas de circunferencia) la línea de referencia (datum) horizontal, sería una cuerda debajo del gran arco de agua que está por encima de ella; y la distancia a través del lecho del Atlántico sería, por lo tanto, considerablemente inferior a la distancia sobre la superficie. La longitud del cable que estaba echado en el año 1866, a pesar de las irregularidades conocidas del lecho oceánico, sería menor que la distancia navegada del buque por pago; el "Great Eastern"; considerando que según el informe publicado, la distancia recorrida por el buque de vapor fue de 1665 millas (‪2679,55 km), mientras que la longitud del cable puesto era de 1852 millas (‪2980,5 km).

Es importante tener en cuenta que todas las observaciones anteriores y los cálculos se hacen en relación con el hecho de que la línea de referencia (datum), a la que todas las elevaciones y depresiones se hace referencia, es horizontal, y no de un arco de un círculo. Desde hace muchos años atrás, todas las grandes inspecciones topográficas se han hecho basadas en este principio; pero que sin duda puede existir en la mente del lector, el siguiente extracto es obtenido delReglamento de las Cámaras de Lores y Comunes” (Standing Orders of the Houses of Lords and Commons) para las operaciones ferroviarias; Sesión de 1862: 
"La sección se elaborará a la misma escala horizontal que el plan y a una escala vertical de no  menos de una pulgada (‪2.54 cm) a cada cien pies (‪30.48 m), y deberá mostrar la superficie del terreno marcada en el plan, así como el nivel previsto del trabajo propuesto, la altura de cada terraplén, y la profundidad de cada corte, también una línea de referencia (datum) horizontal que será la misma a lo largo de toda la longitud de la obra; o cualquier rama de la misma, respectivamente; y será sometida a algún punto fijo (...) cerca de uno de los extremos. (Véase la línea D-D en la Fig. 2)." *(ver nota).
En la página opuesta a la de la anterior del Reglamento, hay una sección para ilustrar el significado de las palabras de La Orden, haciendo referencia especial a la línea D-D, como muestra lo que se pretende por las palabras "línea de referencia (datum) horizontal ". El dibujo de la sección allí dada y que es instada por el Gobierno, es precisamente lo mismo que las secciones recientemente publicadas de todos los grandes ferrocarriles, del canal de Suez, del lecho del océano Atlántico, como las tomadas para la colocación del cable eléctrico, y de muchas otras obras relacionadas con artefactos ferrocarriles de alta mar y otras operaciones de topografía. En todas estas extensas inspecciones topográficas, la doctrina de la redondez por necesidad es completamente ignorada; y el principio de que la Tierra es un plano, prácticamente se adopta, y se encuentra como lo único consistente con los resultados y de acuerdo con los planes de los grandes topógrafos e ingenieros de sus días.

*Nota: en la Fig. 2 del libro de Rowbotham no hay ninguna "línea D-D"


Comencemos por señalar que ninguna de las cuestiones mencionadas por el autor del libro aquí son "experimentos" en ningún sentido, así que presentarlas como tal es incorrecto.

Ya sabemos que la mayor parte del libro de Eric Dubay es un simple "copia y pega" del libro de Rowbotham. El asunto del ferrocarril Liverpool-Birmingham y también el del Canal de Suez, ya se habían tratado en ocasión de considerar las refutaciones a sus "pruebas" 8 y 10. El tema de la construcción del Canal de Suez también lo hemos abordado en ocasión de la refutación a la "prueba" 12 de Oliver Ibáñez, otro que también bebe de la misma fuente (Si Rowbotham viviera, les iniciaría juicio por plagio). 


Lo que ninguno de ellos comprende,es que las alturas siempre se refieren al nivel del mar y que este también sigue la curvatura terrestre. a pesar de que la flecha del arco Liverpool-Birmingham-Londres tenga 1,6 km, el tren al pasar por Birmingham solo estará a 73 metros sobre el nivel del mar, solo habrá tenido que escalar 73 metros en su camino hasta llegar allí. Criterio similar podemos aplicar en la construcción del canal de Suez: solo necesitamos cavar en cualquier punto unos cuantos metros bajo el nivel del mar, sin preocuparnos en absoluto por la curvatura terrestre, ya que ese nivel sigue la curvatura aunque no le prestemos ninguna atención.

Respecto del túnel bajo el Mont Fréjus, señalaremos que el sistema utilizado y descrito por Rowbotham, utilizaba debemos notar que el uso de la plomada cada 500 metros garantiza que la construcción vaya siguiendo la curvatura terrestre, ya que la plomada siempre apuntará al centro de la tierra, pero no significa que cada medición hecha con esta herramienta sea exactamente paralela con la anterior, siempre habrá un pequeño -muy pequeño- ángulo entre cada una, con su vértice en el centro de la tierra. Cada segmento de 500 metros parecerá alineado perfectamente con el siguiente, pero no es así.


Algo similar ocurre con el tendido del cable submarino entre Irlanda y Terranova. Lo que no tiene en cuenta Rowbotham es que el lecho oceánico también sigue la curvatura terrestre. Así, las mediciones de profundidad son perfectamente compatibles con una tierra esférica. Si hubiera considerado ese aspecto, la Fig. 41 de su libro tendría que haber sido algo como esto:

No existe razón alguna para que la superficie del océano y la tierra firme siguieran la curvatura y no lo hiciera el fondo marino.  Es extraño que no pensara en algo tan obvio.

jueves, 11 de mayo de 2017

Poniendo las cosas en perspectiva

por Jesús Campo Garrido

Hemos visto muchas veces que, cuando un terraplanista observa algún barco, edificio, o el propio sol, ocultándose bajo la línea del horizonte, acude sin más a una extraña concepción de la perspectiva. Esto ha sido así desde el principio de la invención de su corpus “científico”.

En efecto, el propio Samuel Birley Rowbotham (alias Parallax) expresó en estos términos su Ley de la perspectiva:

Cuando cualquier objeto o parte de él está tan lejos que su diámetro mayor subtiende al ojo del observador un ángulo de un minuto o menos de un grado, deja de ser visible. De lo anterior se deduce: 

  1. Cuanto más grande es el objeto va a requerir alejarse más del observador antes de que se vuelva invisible.
  2. El mayor de dos cuerpos, o de dos partes de un mismo cuerpo, formado por piezas, más tiene que alejarse antes de que parezca converger en el mismo punto.
  3. Cualquier parte distintiva de un cuerpo alejado se volverá invisible antes que la totalidad o una parte más grande de ese cuerpo.
When any object or any part thereof is so far removed that its greatest diameter subtends at the eye of the observer, an angle of one minute or less of a degree, it is no longer visible. From the above it follows:1.- That the larger the object the further will it require to go from the observer before it becomes invisible.2.- The further any two bodies, or any two parts of the same body, are asunder, the further must they recede before they appear to converge to the same point.3.- Any distinctive part of a receding body will be-come invisible before the whole or any larger part of the same body.
Zetetic Astronomy, ed. 1881. Página 204.
La teoría que afirma que todas las líneas paralelas convergen en un mismo punto de la línea de los ojos, es un error. Es cierto sólo en líneas equidistantes de la línea de los ojos; líneas más o menos separadas cruzan la línea de los ojos a diferentes distancias, y el punto en el que se encuentran es sólo donde cada una de ellas forma el ángulo de un minuto de un grado, o cualquier otra medida angular que pueda señalarse como el punto de fuga. Esta es la verdadera ley de la perspectiva, como se muestra por la naturaleza misma; cualquier idea en contrario es falaz, y engañará a todo el que intente sostenerla y aplicarla a la práctica.
The theory which affirms that all parallel lines converge to one and the same point on the eye-line, is an error. It is true only of lines equi-distant from the eye-line; lines more or less apart meet the eye-line at different distances, and the point at which they meet is that only where each forms the angle of one minute of a degree, or such other angular measure as may be decided upon as the vanishing point. This is the true law of perspective as shown by nature herself; any idea to the contrary is fallacious, and will deceive whoever may hold and apply it to practice. Ibidem, página 207
E ilustra semejantes afirmaciones con una serie de esquemas reiterativos tratando de demostrar que su ley funciona tanto con una fila de árboles,


como con una serie de farolas, de pie sobre un suelo horizontal, cuyos pedestales, si son cortos, disminuyen gradualmente hasta a una distancia de unos pocos cientos de yardas que parecen desaparecer, y las partes superiores y más delgadas de los postes parecen tocar el suelo (In a long row of lamps, standing on horizontal ground, the pedestals, if short, gradually diminish until at a distance of a few hundred yards they seem to disappear, and the upper and thinner parts of the lamp posts appear to touch the ground, as shown in the following diagram)


E incluso (en cierto modo de una forma perturbadora… según se mire) con las piernas de una chica que se aleje de nuestra vista: cuando avance  un centenar de yardas o más (según la longitud de las piernas expuestas) de la parte inferior del vestido o prenda más larga parecerá a tocar el suelo; y al llegar a H, el punto de fuga de las líneas C-D, y E-H, las extremidades habrán desaparecido, y la parte superior del cuerpo continuará visible, pero acortándose poco a poco hasta que la línea A-B, entre en contacto con E-H, en el ángulo de un minuto. 
Send a young girl, with short garments, from C on towards D; on advancing a hundred yards or more (according to the depth of the limbs exposed) the bottom of the frock or longest garment will seem to touch the ground; and on arriving at H, the vanishing point of the lines C, D, and E, H, the limbs will have disappeared, and the upper part of the body would continue visible, but gradually shortening until the line A, B, came in contact with E, H, at the angle of one minute. Opus cit., pág. 208

Por lo tanto, dice Parallax, el error en perspectiva, que está comprometido casi universalmente, consiste en hacer que las líneas disimilarmente distantes de la línea de los ojos convergen en un único punto de fuga. Considero que es demostrable que las líneas más distantes tienen que converger con la línea de los ojos menos rápidamente, y deben ser llevadas sobre la línea de los ojos antes de que tengan el ángulo de un minuto, que constituye el punto de fuga. 
The error in perspective, which is almost universally committed, consists in causing lines dissimilarly distant from the eye-line to converge to one and the same vanishing point. Whereas it is demonstrable that lines most distant from an eye-line must of necessity converge less rapidly, and must be carried further over the eye-line before they meet it at the angle one minute, which constitutes the vanishing point. Ibidem, pág. 206.
Vemos de los ejemplos expuestos que la tercera consecuencia de la ley de perspectiva especial antes expuesta (que las partes más pequeñas de un objeto desaparecen de nuestra vista antes que las partes mayores) deja bien pronto de cumplirse: ni las hojas de los árboles, ni el farol de las luminarias de una avenida, ni la cabeza o las manos de una muchacha cumplen con esa regla frente a las ramas, el cuerpo de la farola o las piernas de la chica, respectivamente. Será acaso que únicamente han de desaparecer de nuestra vista las cosas que deseemos?

Como desde la época del autor de esa extravagante explicación hasta la actualidad ha avanzado enormemente la fotografía, y no es necesario acudir a dibujos y grabados, veamos en primer lugar si se cumplen los presupuestos que dice:


A lo que se ve, las partes más cortas de los árboles, sea cual sea la distancia, no desaparecen por perspectiva antes de que lo hagan las mayores… aunque puede ocurrir que la imagen de arriba no sea muy representativa. Veamos otra.


En primer lugar, comprobamos que todas las líneas convergen en el punto de fuga:


Y que ninguna las personas que aparecen en la imagen, sea cual sea la distancia a la que se encuentre del observador, cumple con el fenómeno de que sus piernas (ni ninguna otra parte de su cuerpo) desaparezca antes que el resto:


Pero, claro… eso puedo decirlo yo, un “terraglobista”… Veamos qué dice el ínclito fundador de la zetética cuando realiza sus experimentos:

Un barco, con una bandera, cuya parte superior estaba a 5 pies por encima de la superficie del agua, se dirigió navegando desde un lugar llamado “Presa de Welche” (un conocido pasaje de ferry), a otro llamado “Puente Welney”. Estos dos puntos están separados seis millas terrestres. El autor, con un buen telescopio, entró en el agua; y con el ojo sobre 8 pulgadas por encima de la superficie, observado el barco alejarse durante todo el tiempo necesario para llegar al Puente Welney. La bandera y el barco eran claramente visibles a lo largo de toda la distancia! 
A boat, with a flag-staff, the top of the flag 5 feet above the surface of the water, was directed to sail from a place called "Welche's Dam" (a well-known ferry passage), to another called "Welney Bridge." These two points are six statute miles apart. The author, with a good telescope, went into the water; and with the eye about 8 inches above the surface, observed the receding boat during the whole period required to sail to Welney Bridge. The flag and the boat were distinctly visible throughout the whole distance!Zetetic Astronomy, página 12

Entonces.... No se cumplió en el experimento la ley especial de perspectiva descrita por el propio autor? No había dicho que a pocos cientos de yardas se apreciaba ese efecto? Y a seis millas no?

Vemos que la “perspectiva” terraplana no es más que otra excusa ad hoc para negar la evidencia.

lunes, 8 de mayo de 2017

Astronomía Zetética (S. Rowbotham) Capítulo II: Experimento 12

Experimentos que demuestran la verdadera forma del agua, y que prueban que la Tierra es plana

Experimento 12
En la orilla cerca de Waterloo, a unas pocas millas al norte de Liverpool, se fijó, a una altura de 6 pies (1.8 m) por encima del agua, un buen telescopio. Fue dirigido a un gran barco de vapor, simplemente dejando el río Mersey, y navegando hacia Dublín. Poco a poco el palo mayor del barco se acercaba al horizonte, hasta que, al fin, después de haber transcurrido más de cuatro horas, desapareció.

La velocidad de los vapores de Dublín era de unas ocho millas por hora (13 km/h); por lo que el buque estaría, al menos, a treinta y dos millas (51.5 km) de distancia cuando el mástil mayor desapareció en el horizonte. Los 6 pies de elevación del telescopio implican tres millas que deben deducirse de la convexidad, lo que dejaría veintinueve millas, cuyo cuadrado, multiplicado por 8 pulgadas, da 560 pies (171 m); haciendo la deducción de 80 pies (24 metros) correspondientes a la altura del palo mayor, nos encontramos con que, de acuerdo con la doctrina de la redondez, el mástil a del vapor con destino al exterior debería estar 480 pies (146 metros) oculto por debajo del horizonte.


Muchos otros experimentos de este tipo se han realizado en los vapores de navegación marítima, y ​​siempre con resultados totalmente incompatibles con la teoría de que la tierra es un globo.


Antes que nada, debemos hacer notar ciertos aspectos que hacen que este experimento sea poco serio. Dice Rowbotham que dirigió su telescopio a un "gran barco" del que no sabemos nada, y aparentemente, él tampoco. No lo identificó, sino que parece haber realizado su experimento con el primer barco que apareció. Por lo tanto desconocemos:
  • La altura real de sus mástiles, por lo tanto, la altura de 80 pies (24 m) es solo una estimación y podría no ser la verdadera.
  • Su velocidad real. Solo se limita a afirmar que 8 millas/hora era la velocidad habitual de los barcos que hacían ese viaje. Hay una infinidad de razones por las que podría estar navegando a otra velocidad y consecuentemente, hallarse a una distancia muy diferente.
También es muy significativo que Rowbotham reconoce que lo único que podía ver después de cierto tiempo fueran los mástiles del barco y que estos se fueron hundiendo poco a poco tras el horizonte. Es una pena que no dijera cuándo dejó de ver el casco. Al aceptar esto, prácticamente está reconociendo la esfericidad terrestre.

Es una tarea imposible refutar algo con datos tan imprecisos. Por esa misma razón, no se puede considerar este argumento como algo válido. Un experimento sin datos precisos, no puede aspirar a ser considerado desde un punto de vista científico.

Sin embargo, vamos a darle una o dos vueltas a la cuestión.

Por supuesto, no contamos con fotografías que acrediten las afirmaciones de Rowbotham, pero  en su reemplazo podemos trabajar con unas imágenes de algo ubicado a casi 50 km (recordemos que él afirmó ver el mástil del barco a unos 51,5 km). Se trata de la pequeña y bellísima ciudad de Colonia del Sacramento, en la República Oriental del Uruguay, desde Buenos Aires, en Argentina. 


Colonia es una ciudad con construcciones bajas. Como puede apreciarse en la siguiente imagen, no es visible desde la ciudad de Buenos Aires (a pesar de que la fotografía ha sido tomada a una altura bastante mayor a la declarada por Rowbotham para su punto de observación de solo 1.8 m). La costa uruguaya solo puede ser apreciada desde los edificios más altos de la capital argentina.


Sin embargo, los 26 metros de altura del Faro de Colonia podrían tomar el lugar del mástil de 24 metros del barco. Tampoco se ve...


La ciudad de Buenos Aires, en cambio, es una gran metrópoli con edificios de gran altura. Desde cierta distancia, vista desde el río, presenta este aspecto:


A medida que nos alejamos de la costa, los edificios más bajos desaparecen de nuestra vista, dejando visibles únicamente a los más altos. En la siguiente imagen podemos ver el aspecto de Buenos Aires vista desde Colonia del Sacramento. 


Por lo expuesto, me atrevo a afirmar que una o más de estas explicaciones aplican a este experimento:
  • El barco no se desplazaba a la velocidad estimada y por lo tanto estaba mucho más cerca.
  • La altura del barco no era la supuesta por Rowbotham.
  • El telescopio estaba ubicado a una altura sensiblemente mayor.
  • Está mintiendo.
Finalmente, quiero hacer notar que no he mencionado el tema de la refracción, porque ni aún considerándola los valores sugeridos por Rowbotham son creíbles.

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viernes, 5 de mayo de 2017

Astronomía Zetética (S. Rowbotham) Capítulo II: Experimentos 10 y 11

Experimentos que demuestran la verdadera forma del agua, y que prueban que la Tierra es plana

Experimento 10
Si nos encontramos en la cubierta de un barco, o ascendemos por encima de la tierra en un globo y miramos por encima del mar, la superficie aparece como un vasto plano inclinado que se eleva desde debajo de nosotros, hasta que en la distancia alcanza el nivel del ojo, e intercepta la línea de visión.

Fig. 25
Si colocamos un buen espejo plano verticalmente en la dirección opuesta, el horizonte se reflejará como una marca bien definida o una línea a través del centro, como se representa en la fig. 25,  el horizonte del mar H-H que sube y baja con el observador, y siempre está a la altura de su ojo. Si toma una posición donde el agua le rodea -como en la cubierta o el mástil de un barco fuera de la vista de la tierra, o en la cima de una isla lejos del continente- la superficie del mar se levanta en todos las direcciones por igual, rodeándonos como las paredes de un inmenso anfiteatro. Parecerá  que estamos en el centro de una gran concavidad, donde el borde circular se expande o se contrae al asumir una posición más alta o más baja. Este aspecto es así. bien conocido por los viajeros de navegación marítima (...); pero la visión desde un globo sólo es familiar a muy pocos observadores, (...) La apariencia se representa en el siguiente diagrama, fig. 26.

Fig. 26
La superficie de la tierra C-D parece elevarse hasta el nivel del observador en la canasta del globo; y, al mismo tiempo, el cielo A-B parece descender y para cumplir con la tierra en el horizonte H-H


Experimento 11
En el muelle del este en Brighton (Sussex) una gran escuadra de madera que se fija a un soporte, nivelado mediante el uso de una plomada, y dirigió hacia el este, luego hacia el sur, y luego hacia el oeste. Al mirar por encima, la línea de visión en cada caso parecía cumplir el horizonte, H-H, como se muestra en la fig. 27.

Fig. 27
La altitud de la escuadra era de 34 pies (10,3 m); Por lo tanto, si la tierra fuera un globo, el agua se habría curvado hacia abajo desde el muelle, el horizonte habría estado a más de siete millas (11 km) de distancia y 34 pies debajo de la superficie inmediatamente debajo del observador; que la depresión, añadido a la elevación del cuadrante en el muelle, daría 68 pies (20,7 m) como la cantidad del horizonte H-H habría estado por debajo de la línea de visión A-B, como se muestra en el siguiente diagrama, Fig. 28.

Fig. 28
Para tocar el horizonte sobre una superficie convexa de la línea de visión, C-A/C-B, tendría que caer en la dirección C-H. Como no se requiere tal caída de la línea de los ojos, la convexidad no puede existir .

En el caso de un globo a una altura de dos millas (3,2 km), el horizonte habría estado a 127 millas (204 km) de distancia, y más de 10.000 pies (3 km) por debajo de la cima del arco de agua por debajo del globo, y más de 20.000 pies (6 km) por debajo de la línea de visión A-B, como se muestra en la Fig. 29; y el "dip" C-H, de C-B, al horizonte H, sería tan grande que el aeronauta no pudo dejar de observar que; en lugar de que siempre lo ve "a la altura de sus ojos", "aumentando a medida que se levanta" y "en la elevación más alta, pareciendo cerrar con el cielo."


El autor ha visto y probado esta aparente levantamiento del agua y el horizonte del mar al nivel del ojo, y para una línea de los ojos en ángulo recto con una plomada, de muchos lugares diferentes - el terreno elevado cerca de la raza -Curso, en Brighton, en Sussex, de varias colinas en la Isla de Wight; varios lugares cerca de Plymouth, mirando hacia el faro de Eddystone; la "Steep Holm," en el canal de Bristol; la colina de Howth, y "Ojo de Irlanda," cerca de Dublín; diversas partes de la Isla de Man, "Silla de Arturo," cerca de Edimburgo; los acantilados en Tynemouth; las rocas en Cromer, en Norfolk; desde la parte superior del monumento de Nelson, en el Great Yarmouth; y de muchos otras posiciones elevadas. Sin embargo, en Irlanda, en Escocia, y en varias partes de Inglaterra, ha sido cuestionada por los peritos para hacer uso del teodolito, u ordinario "nivel de burbuja," para probar este aspecto del horizonte. Se afirmó que, a través de este instrumento, cuando "nivelado," el horizonte aparecía siempre por debajo de la cruz de referencia, como se muestra en la fig. 30, C-C, la retícula y H-H, el horizonte.

Fig. 30                                                                         Fig. 31
En todos los casos en que se trató el experimento, se encontró que existe esta apariencia; pero se observó que diferentes instrumentos dieron diferentes grados de depresión por debajo de la horizontal del retículo. El autor vio en seguida que esta peculiaridad dependía de la construcción de los instrumentos. Se comprobó que en los de la mejor construcción, y del ajuste más perfecto, no existía un cierto grado de refracción, o, como se le llama técnicamente "colimación," o una ligera divergencia de los rayos de luz desde el eje del ojo, al pasar a través de los varios vidrios del teodolito. Por lo tanto, obtiene un tubo de hierro, alrededor de 18 pulgadas de longitud; un extremo estaba cerrado, salvo una abertura muy pequeña en el centro; y en el otro extremo se fijaron cruz. A continuación se adjunta un nivel de burbuja, y el conjunto cuidadosamente ajustada. Dirigiéndolo, desde una considerable altura, hacia el mar, y mirando a través de la pequeña abertura en un extremo, la retícula en el extremo opuesto se observó para cortar el horizonte, como se muestra en la Fig. 31. Esto ha sido probado en varios lugares y en diferentes alturas, y siempre con el mismo resultado; mostrando claramente que el horizonte visible debajo de la retícula de un instrumento de nivelación común es el resultado de la refracción de mirar a través de los diversos vasos de telescopio; para en mirando a través de un instrumento en todos los aspectos de la misma en la construcción, excepto estar libre de las lentes, se observa un resultado diferente, y uno precisamente el mismo que el visto desde un globo, desde cualquier promontorio, y en el experimento en Brighton, como se muestra en Fig. 27.

Estos experimentos comparativos no pueden dejar de satisfacer cualquier observador imparcial que en cada instrumento de nivelación cuando se emplean lentes, no es, por necesidad, más o menos divergencia de la línea de visión desde el eje verdadero o normal; y que por pequeña que la cantidad -quizá inapreciable en tramos cortos de observación- es considerable distancia de varias millas. Cada topógrafo científica de la experiencia es plenamente consciente de esto y otras peculiaridades en todos estos instrumentos, y siempre está dispuesto a hacer concesiones a ellos en las encuestas importantes. Como, siendo una prueba más de este comportamiento de los instrumentos de nivelación telescópica, el siguiente experimento simple puede ser juzgado. Seleccione una pieza de suelo (...), que deberá ser perfectamente horizontal hasta, por ejemplo, quinientas yardas (457 metros). Colocar una señal a 5 pies de altura (1,52 m), en un extremo, y un teodolito cuidadosamente ajustado exactamente a la misma altitud en el otro extremo. La parte superior de la señal a continuación, se verá un poco por debajo de la cruz de referencia, aunque tiene la misma altitud real, y se sitúa en el mismo fundamento horizontal. Si a continuación, se invirtieran las posiciones (...), se obtendrá el mismo resultado.

Otra prueba se puede encontrar en el siguiente experimento. Seleccione cualquier promontorio, el muelle, la galería de faro, o pequeña isla, y, a una altura considerable, coloque un bloque liso de madera o piedra de cualquier magnitud; que éste sea "estabilizado". Entonces, si el observador se coloque su ojo cerca del bloque, y mirar a lo largo de su superficie hacia el mar, se encontrará con que la línea de visión será tocar el horizonte lejano . Ahora vamos a cualquier número de niveles de burbuja o teodolitos estar correctamente colocado y ajustado con precisión; y se encontró que, en cada uno de ellos, el mismo horizonte del mar aparecerá en el campo de visión considerablemente por debajo de la cruz de referencia; por lo tanto, lo que demuestra que telescópicas lecturas instrumentales no son los mismos que los de la simple vista. (...)

En esta etapa de la investigación dos cuestiones distintas surgen naturalmente: En primer lugar, si la tierra es un plano, ¿por qué el mar en todas veces aparecen a la altura del eje del ojo? y en segundo lugar, no tendría la misma apariencia existe si la tierra fuera un globo? Es un hecho simple, que dos líneas paralelas que se ejecutan por una distancia considerable serán, para un observador colocado entre ellos en un extremo, parecen converger o unido en el otro extremo. Los lados superior e inferior y de una larga habitación, o un túnel igualmente aburrido, se presta una buen ejemplo de este aspecto; pero quizás un aún mejor ilustración se da por las dos líneas metálicas de una larga porción de cualquier línea ferroviaria representadas en la la Fig. 32.

Fig. 32
A-B y C-D, representan las dos líneas de una parte recta de ferrocarril horizontal. Si un observador se colocará en G, verá las dos líneas aparentemente satisfacer entre sí con miras H, a partir de la siguiente causa: - Sea G representa el ojo que mira, en primer lugar, en la medida sólo como los puntos 1 y 2, el espacio entre 1 y 2 a continuación, será vista por el ojo en G, bajo el ángulo 1-G-2. En mirando tan lejos como los puntos 3 y 4, el espacio entre 4 se ve bajo el ángulo de disminución de 3-G-4. De nuevo en la espera de los puntos 5 y 6, el espacio entre los rieles estaría representado por el ángulo 5-G-6 ; y, como se a la vez ser visto, mayor es la distancia observada, más agudo el ángulo en el ojo, y por lo tanto la más cerca juntos aparecerá los carriles. Ahora, si uno de estos carriles debe ser un arco de un círculo y divergir de la otra, como en el diagrama de la Fig. 33, es evidente que el efecto sobre el ojo en G, sería diferente a la mostrada por el diagrama de la Fig. 32.

Fig. 33
La línea G-4 se convertiría en un tangente al arco C-D y nunca se aproximará a la línea G-H más cerca que el punto T. El mismo puede decirse de las líneas dibujadas a 6, y su opuesta 5, y a todas las distancias mayores - ninguno podría aumentar más alto que el punto tangente T. Por lo tanto permitiendo que a, B, para representar el cielo, y C-D la superficie del agua de un globo, es evidente que a, B, podría aparecerá a declinar o llegado hasta el punto H, prácticamente a un nivel con el ojo en G; pero que C-D nunca podría, por el funcionamiento de cualquier ley conocida de la óptica, la altura de la línea G-H y por lo tanto cualquier observación hecha sobre una superficie globular, no podría producir el efecto observado de un globo, o en cualquier experimento como la representada en la.

De lo anterior se desprenden las siguiente conclusiones:
  • Líneas rectas, que corren paralela entre sí, parecen acercarse en la distancia. La línea de los ojos, y la superficie de la tierra y el cielo, corren paralelas entre sí; Ergo, la tierra y el cielo parecen acercarse a la distancia.
  • Líneas que parecen aproximarse en la distancia son líneas paralelas; La superficie de la tierra aparece a acercarse a la línea de los ojos; Ergo, la superficie de la tierra es paralelo con la línea de los ojos.
  • La línea de los ojos es una línea recta; la superficie de la tierra es paralela o equidistante; Ergo , la superficie de la tierra es una línea recta, una superficie plana

Respecto de lo que Rowbotham denomina "Experimento 10" detengámonos un momento a pensar...

En cualquier lugar libre de obstáculos que nos encontremos, el horizonte estará a la misma distancia sin importar en qué dirección estemos mirando. Por lo tanto, el ángulo imaginario entre la tangente a la superficie sobre la que nos encontremos y el nivel del horizonte será el mismo también. No hay razón alguna para que el horizonte apareciera a otra altura diferente en un espejo correctamente ubicado. El "nivel de los ojos" a los que hace reiteradamente referencia el autor no es un patrón válido, ya que nuestros ojos no tienen la capacidad de determinar ángulos tan pequeños sin una referencia comparable.

Lo antedicho se comprenderá mejor si nos detenemos en el Experimento 11. Si bien sus afirmaciones en cuanto a las magnitudes son correctas, Rowbotham pretende que a ojo desnudo seamos capaces de discernir un ángulo de 0,1º ¡una décima de grado! en el caso que ilustró con la Fig. 28.


Aunque parece tener mucho sentido, este desaparece cuando comprendemos que el dibujo exagera ridículamente el ángulo. Si tratara de reconstruir el diagrama cono los valores correctos, la resolución del dibujo no permitiría dibujar las líneas C-B y C-H de manera que pudieran distinguirse una de la otra.

El caso del globo no es mucho mejor. Presentado en la Fig. 29, también muy exageradamente dibujado, nos habla de una caída en el horizonte de 6 km. Parece mucho, no? Sin embargo, aunque calculado con los valores ofrecidos por el autor, el ángulo resultante es bastante mayor, apenas alcanza a 1,5º

Además, pretende que seamos capaces de discernir un ángulo tan pequeño a bordo de un globo en vuelo, dónde no hay manera de tener una referencia de la tangente de la superficie sobre la que está suspendido, balanceándose incluso con la más suave brisa.

Para ilustrar lo que trato de decir, veamos la siguiente imagen:


Fije la vista en la línea horizontal que representa el horizonte. Cuánto ha tenido que bajar y subir su cabeza o mover sus ojos para mantener la vista enfocada sobre la línea?

Las exageraciones de los ángulos y proporciones también podemos apreciarla en su Fig. 33. Sin embargo, necesitaríamos elevarnos realmente mucho para poder apreciar algo como esto. 


Por supuesto, en el Siglo XIX, cuando Rowbotham escribió todo esto, una altitud de 3000 metros debía parecer algo realmente importante, pero sigue estando casi pegado al suelo.

Las pretensiones de Rowbotham de medir con esos elementos ángulos ridículamente pequeños son absurdas.   Habla, por ejemplo, de un tubo de hierro de unas 18 pulgadas, o sea unos 45 centímetros. cree alguien que con un nivel de burbuja se podrían hacer ajustes del orden de una décima de grado? Él mismo afirma que diferentes instrumentos de la época arrojaban resultados diferentes

Sin dejar de tener en cuenta esto, quiero llamar la atención sobre este interesante párrafo del libro:
Seleccione una pieza de suelo (...), que deberá ser perfectamente horizontal hasta, por ejemplo, quinientas yardas (457 metros). Colocar una señal a 5 pies de altura (1,52 m), en un extremo, y un teodolito cuidadosamente ajustado exactamente a la misma altitud en el otro extremo. La parte superior de la señal a continuación, se verá un poco por debajo de la cruz de referencia, aunque tiene la misma altitud real, y se sitúa en el mismo fundamento horizontal. Si a continuación, se invirtieran las posiciones (...), se obtendrá el mismo resultado.
Exagerando mucho la situación, lo que dice es que la linea de visión (en naranja punteada en el dibujo) perfectamente horizontal resulta en que el objeto aparece un poco por debajo de la retícula del teodolito, (línea azul punteada). 


En una tierra esférica, la caída en 457 metros será de aproximadamente medio centímetro. Será por esa razón que el objeto observado aparece más abajo de lo que él esperaba? Dónde encontraremos una superficie de 457 metros en la que estemos seguros de que no haya una ondulación de medio centímetro?

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martes, 2 de mayo de 2017

Astronomía Zetética (S. Rowbotham) Capítulo II: Experimentos 7 a 9

Experimentos que demuestran la verdadera forma del agua, y que prueban que la Tierra es plana

Experimento 7
El horizonte del mar, a cualquier distancia que se extienda hacia la derecha y hacia la izquierda de un observador en tierra, siempre aparece como una línea recta perfecta, representada por H,H, en la Fig. 16. 

Fig. 16
No sólo que parece ser recto, sino que puede ser demostrado mediante el siguiente experimento simple. En cualquier altitud por encima del nivel del mar, fijar una tabla larga -por ejemplo de 6 a 12 pies o más de longitud (2 a 4 metros)- de canto sobre trípodes, como se muestra en la Fig. 17.

Fig. 17
El borde superior debe ser liso y perfectamente nivelado. Al colocar el ojo detrás y alrededor del centro de la junta B,B, y mirando por encima hacia el mar, se observa el horizonte para alinearlo perfectamente en paralelo con su borde superior. Si el ojo se dirige ahora en una dirección angular hacia la izquierda y hacia la derecha, no habrá ninguna dificultad en la observación de una distancia de diez a veinte millas de acuerdo a la altitud de la posición; y toda esta porción de veinte millas de horizonte del mar será visto como una línea recta perfecta. Esto sería imposible si la tierra fuera un globo, y el agua del mar convexa. Diez millas hacia cada lado darían una curvatura de 66 pies (10 al cuadrado multiplicado por 8 = 66 pies y 8 pulgadas), y en lugar del horizonte tocar la placa a lo largo de toda su longitud, se vería declinar gradualmente desde el centro C, y llegar a ser mayor de 66 pies por debajo de las dos extremidades B,B, como se muestra en la Fig. 18. 

Fig. 18
Cualquier embarcación que se aproximara desde la izquierda se vería subir el plano inclinado H,B,C, y al pasar el centro descendería de C hacia el horizonte curvado en H. Nunca se observa Tal fenómeno, y es bastante concluyente en cuanto que no existe tal convexidad o curvatura.

Experimento 8.
Un ejemplo muy notable de la verdadera forma del horizonte del mar se puede observar desde lo alto de la tierra en las proximidades del puerto de Portsmouth. Mirando a través de Spithead a la Isla de Wight, la base de la isla, donde el agua y la tierra se juntan, parece ser una línea recta de este a oeste, con una longitud de veintidós millas terrestres. Si un buen teodolito se dirige sobre la isla, la retícula mostrará que la tierra y la línea de agua son perfectamente horizontales, como se muestra en la Fig. 19.

Fig.19                                                                  Fig. 20
Si la tierra fuera globular, los dos extremos este y oeste de la isla de Wight estarían 80 pies (24.4 m) por debajo del centro, y aparecería en el campo de visión del teodolito como se representa en la Fig. 20. Como una prueba de que tal sería la aparición, el mismo instrumento dirigido sobre cualquier objeto que tenga un contorno superior curvado en el grado más pequeño, detectará y claramente mostrará la curvatura en relación con la retícula b; la tabla nivelada empleada en el experimento 7, (Fig. 18), probará la misma condición; a saber, que el margen de la Isla de Wight es, por veintidós millas (35.4 km), una línea perfectamente recta y que no se curva hacia abajo 80 pies (24.4 m) en cada dirección desde el centro, lo que sin duda habría existido si la convexidad fuera real.

Desde el faro en Bidstone Hill, cerca de Liverpool, el. longitud entera de la Isla de Man, en un día claro y con un buen telescopio, es claramente visible, y presenta la misma línea base horizontal como la observada en la Isla de Wight.


Desde las tierras altas cerca de Port Douglas en la Isla de Man, toda la longitud de la costa de Gales del Norte a menudo es perfectamente visible para el ojo desnudo, una distancia que se extiende desde Ayr Point, en la desembocadura del río Dee, hacia Holyhead a no menos de cincuenta millas. Cualquiera que sea la prueba se emplee, la línea, donde el mar y la tierra parecen unirse, se encuentra siempre perfectamente horizontal, tal como se muestra en el siguiente diagrama; Fig. 21.


Fig. 21
mientras que, si la tierra fuera esférica, y por lo tanto convexa la superficie del agua, no podría existir tal apariencia. Necesariamente sería como se muestra en la fig. 22.

Fig. 22
Una línea que se extiende horizontalmente antes de que el observador no sólo mostrar los diferentes elevaciones de la tierra, sino que también muestran la declinación del horizonte H,H, debajo de la línea transversal S,S. El cincuenta millas longitud de la costa de Gales visto a lo largo de el horizonte en la bahía de Liverpool, tendría una declinación del centro de al menos 416 pies (25 2 x 0,8 pulgadas = 416 pies 8 pulgadas). Pero como tal declinación, o Curvation a la baja, no se puede detectar, la conclusión lógica es inevitable que no tiene existencia . Que el lector preguntarse seriamente si alguna razón y lo que existe en la naturaleza para evitar la caída de más de 400 pies que es visible para el ojo, o incapaz de ser detectados por los medios ópticos o cualquier matemáticos. Esta cuestión es especialmente importante cuando se considera que a la misma distancia, y en el contorno superior de la misma tierra, los cambios de nivel de sólo unas pocas yardas medida son de forma rápida y sin lugar a dudas perceptible.Si él es guiado por la evidencia y la razón, e influenciado por amor a la verdad y la coherencia, ya que no puede mantener que la tierra es un globo. Él debe sentir que para ello es a la guerra con la evidencia de sus sentidos, para negar que alguna importancia concede a los hechos y la experimentación, a ignorar por completo el valor de proceso lógico, y para dejar de depender de la inducción práctico.

Experimento 9
La distancia a través del canal de San Jorge, entre Holyhead y Kingstown Harbor, cerca de Dublín, es de al menos 60 millas terrestres. No es una cosa poco común para los pasajeros a notar, cuando en y para una distancia considerable más allá del centro del canal, la Luz en Holyhead Pier, y el faro Poolbeg en la bahía de Dublín, como se muestra en la Fig. 23. 

Fig. 23
El Faro en Holyhead Pier muestra una luz roja a una altura de 44 pies (13,4 m) por encima de la marea alta; y el faro Poolbeg exhibe dos luces brillantes a una altura de 68 pies (20,7 m); de modo que un buque en el centro del Canal estará a 30 millas (48,3 km) de cada faro. Para un observador en la cubierta, a 24 pies (7.3 m) por encima del agua, el horizonte en un globo estaría a 6 millas (9,6 km) de distancia. Deduciendo a 6 millas de 30, la distancia desde el horizonte hasta Holyhead, por una parte, y la bahía de Dublín en el otro, sería de 24 millas (38,6 km). El cuadrado de 24, multiplicado por 8 pulgadas, muestra una declinación de 384 pies (117 m). La altura de las luces en el faro Poolbeg es de 68 pies (20,7 m); y de la luz roja en Holyhead Pier, 44 pies (13,4 m). Por lo tanto, si la tierra fuera un globo, el primero estaría siempre a 316 pies (96,3 m) y el segundo a 340 pies (103,6 m) por debajo del horizonte, como se ve en el siguiente diagrama, Fig. 24. La línea de visión H,S, sería una tangente que toca el horizonte en H, y que pasa a más de 300 pies (91,4 m) sobre la parte superior de cada faro.

Fig. 24
Muchos casos se podrían dar de luces que son visibles en el mar sobre distancias que serían totalmente imposible sobre una superficie globular de 25.000 millas (40.230 km) de circunferencia. Los siguientes son algunos ejemplos: 

► El fuego de carbón (que fue utilizada una vez) en el faro de la punta Spurn, en la desembocadura del Humber, se ha visto a 30 millas (48.3 km) de distancia. 


Estimando 16 pies (4,88 m) para la altitud del observador (que es más de lo que se considera necesario, siendo la norma 10 pies (3 m); pero 6 pies (1,8 m) se pueden añadir para la altura del ojo sobre la cubierta), 5 millas (8 km) deben ser tomadas de las 30 millas (48,3 km), como la distancia al horizonte. El cuadrado de 5 millas, multiplicado por 8 pulgadas, da 416 pies (126,8 m); la deducción de la altitud de la luz de 93 pies (28,3 m), tenemos 323 pies (98,4 m) como la cantidad esta luz debe estar por debajo del horizonte.


El cálculo anterior se realiza sobre la suposición de que se trata de millas terrestres, pero es muy probable que se trate de millas náuticas; y si es así, la luz se hunde al máximo, de 600 pies (183 m).


► El faro Egerö, en punto al oeste de la isla, costa sur de Noruega, está equipado con el primer orden de las luces de dioptrías, es visible a 28 millas terrestres (45 km), y la altura sobre el agua alta es de 154 pies (46,9 m). Al hacer el cálculo adecuado, se encontrará que esta luz debe estar oculta por debajo del horizonte 230 pies (70,1 m).


► El faro Dunkerque, en la costa sur de Francia, tiene 194 pies de altura (59,1 m), y es visible a 28 millas terrestres (45 km). El cálculo muestra que debería ser 190 pies (57,9 m) por debajo del horizonte.


► El faro Cordonan, en el río Gironda, costa oeste de Francia, es visible a 31 millas (49,9 km) terrestres, y su altitud es de 207 pies (63,1 m), lo que daría su depresión por debajo del horizonte alrededor de 280 pies (85,3 m).


► El faro en Madras, en la explanada, tiene 132 pies (40,2 m) de altura, y es visible a 28 millas terrestres (45 km), distancia en la que debería estar por debajo del horizonte más de 250 pies (76,2 m).


► El faro de Port Nicholson, en Nueva Zelanda (erigido en 1859), es visible a 35 millas (56,3 km), la altitud es de 420 pies (128 m) por encima de la marea alta. Si el agua es convexa, debería estar 220 pies (67 m) por debajo del horizonte.


► El faro en el cabo Bonavista, Terranova, se encuentra a 150 pies (45,7 m) sobre la marea alta, y es visible a 35 millas terrestres (56,3 km). Estas cifras pueden dar, en el cálculo de la redondez de la tierra, 491 pies (149,6 m) como la distancia que debe estar oculto por debajo del horizonte.


Los anteriores son sólo algunos casos seleccionados. Muchos otros se podrían dar de la misma importancia, para mostrar las discrepancias entre la teoría de la redondez de la tierra y la experiencia práctica de los hombres de mar.


La única modificación que puede hacerse en los cálculos anteriores es la provisión para la refracción, que generalmente se considera por los inspectores en un doceavo de la altitud del objeto observado. Si hacemos esta asignación, reducirá los diversos cocientes tan poco que el conjunto será sustancialmente el misma. Tomar el último caso como un ejemplo. La altitud de la luz en el cabo Bonavista, Terranova, es de 150 pies (45,7 m), que, dividido por 12, da 13 pies  (4 m) por lo que, en lugar de 491 pies (149,6 m), deberíamos considerar en su lugar 478 pies (145,7 m), como el grado de declinación.


Muchos han insistido en que la refracción explicaría gran parte de la elevación de los objetos vistos a la distancia de varias millas. De hecho, se han hecho intentos para mostrar que la gran bandera al final de seis millas del Canal de Bedford (Experimento 1, fig. 2) se ha puesto en la línea de visión en su totalidad por la refracción. Que la línea de visión no era una línea recta, pero se curvó sobre la superficie convexa del agua; y la aparición bien conocida de un objeto en un recipiente con agua, se ha contemplado en la ilustración. A muy poca reflexión, sin embargo, muestran que los casos no son paralelos; por ejemplo, si el objeto (un chelín u otra moneda) se coloca en una cuenca sin agua no hay ninguna refracción. Al estar rodeado con el aire atmosférico solamente, y el observador estar en el mismo medio, no hay flexión o refracción de la línea de los ojos. Tampoco habría ninguna refracción si el objeto y el observador estuvieran ambos rodeados de agua. La refracción sólo puede existir cuando el medio que rodea al observador es diferente a aquel en el que se coloca el objeto. Mientras el chelín en la cuenca está rodeada de aire, y el observador se encuentra en el mismo aire, no hay refracción; pero mientras que el observador queda en el aire, y el chelín se coloca en agua, existe la refracción. Esta figura no se aplica a los experimentos realizados en el Canal de Bedford, porque la bandera y los barcos estaban en el mismo medio que el observador -ambos estaban en el aire-. Para hacer el paralelo de los casos, la bandera o el barco debería haber sido en el agua, y el observador en el aire; ya que no era así, la ilustración falla. No hay duda, sin embargo, que es posible que la atmósfera que tiene la temperatura y la densidad diferente en dos estaciones de seis millas de distancia; y cierto grado de refracción podría resultar de allí; pero en varias ocasiones se tomaron las siguientes medidas para determinar si existían tales diferencias. Dos barómetros, dos termómetros y dos higrómetros, de la misma marca se utilizaron y se obtuvieron lecturas exactamente iguales. En un día determinado, a las doce en punto, todos los instrumentos fueron examinados con cuidado, los dos barómetros mostraron la misma densidad; los dos termómetros la misma temperatura; y los dos higrómetros el mismo grado de humedad en el aire. (...) Cuando se compararon las notas, se encontró que eran iguales,en el momento se hizo el experimento con el telescopio y asta de bandera . Por lo tanto, se concluyó que la refracción no había jugado ningún papel en la observación, y no podía ser tomada en cuenta en el resultado general de ninguna manera.


(...)


En la práctica, la refracción no tiene por qué ser considerada. Sólo puede existir cuando la línea visual pasa de un medio a otro de diferente densidad o cuando el mismo medio se diferencia en el punto de observación y el punto observado Si estimamos para la cantidad de refracción que los inspectores de artillería han adoptado, a saber., una doceava parte de la altitud del objeto observado, y aplicarlo a los diversos experimentos realizados en el viejo canal de Bedford, hará muy poca diferencia en los resultados reales. En el experimento explicado en la fig. 3, para ejemplo, en la parte superior de la bandera en el barco debería haber sido 11 pies y 8 pulgadas (3,55 m) por debajo del horizonte, la deducción de una doceava parte de la refracción, sólo reduciría unas pocas pulgadas el resultado de alrededor de 10 pies (3 m).



Respecto del Experimento 7: Para 20 millas (32 km) el desnivel existente es de 14 metros. Dado que está viendo 32 Km con los ojos y en un primer vistazo, el ángulo de visión que tendríamos no sería más de 90º -un ángulo más amplio se desdibuja y perderíamos perspectiva-. Siendo así, la hipotenusa mide 32 Km, con lo que cada cateto (la distancia del ojo al barco) sería de 22,6 Km, y la altura de ese triángulo (esto es, la distancia hasta el punto de referencia) sería de 16 Km.

Para poder corresponderse con esos números, es necesario que la persona se sitúe al menos a 13,9 metros sobre el nivel del mar. Si por ejemplo nos mantenemos con los pies en la orilla y los ojos a 1,60 metros, nuestra distancia de horizonte óptico es de 5.502 metros, por lo que el máximo ángulo que podremos abarcar será de 11 Km aproximadamente.

En el primer caso, a 14 metros sobre el nivel del mar, viendo un total de 32 Km de horizonte, el arco que se forma tiene 14 metros de desnivel. Ver 14 metros de desnivel a 32 Km de distancia es como ver en una regla de 1 metro de longitud colocada horizontal a medio metro de distancia un desnivel de 0,43 milímetros.

En el segundo caso, estando con los pies en el mar y abarcando tan solo 11 Km de un solo vistazo, la elevación que se produce es de menos de dos metros, lo que equivale a ver en una regla de 1 metro de longitud colocada horizontal a medio metro de distancia un desnivel de 0,15 milímetros.

Si lo que esperamos es ver es un desnivel que sea claramente evidente, como el que dibujan en la representación -cuya relación entre longitud y altura es de 0,1, es decir, como ver un desnivel de 10 cm en una regla de 1 m- necesitaríamos ascender a un mínimo de 675 km de altitud, desde donde podremos observar un arco con una longitud de 6.747 Km. Esa es la distancia que necesitaríamos separar los barcos para que se pueda ver como muestra la Fig. 18

Por otra parte, usemos el sentido común... Si estamos parados en un lugar y el horizonte está a una distancia X, y tenemos un ángulo en nuestra línea visual entre el suelo sobre el que estamos parados y el horizonte, al cambiar la dirección en la que estamos mirando, el horizonte seguirá estando a la misma distancia, por lo que no habrá ninguna variación en el ángulo de nuestra línea visual. Podemos girar la vista 360º y el horizonte estará siempre a la misma distancia, y el ángulo será el mismo, por lo que el horizonte se nos aparecerá siempre como una línea recta. Para que la curvatura sea apreciable sin variar nuestro punto de mira, la altura desde la que efectuamos la observación debería ser de muchos kilómetros.

Sobre el Experimento 8, En primer lugar, para poder ver la isla de Wight en su totalidad de modo de poder realizar el experimento propuesto, deberíamos estar ubicados en un punto ubicado sobre la línea punteada, aproximadamente a la mitad de la isla y a una distancia tal que nos permitiera ver ambos extremos de ella. No hay manera de ver las 22 millas -es decir, 35 km- desde ningún punto de la otra orilla. Lo mejor que pude conseguir fueron solo 32 km, o 19.9 millas.


Sin embargo, eso no es lo importante. Rowbotham afirma que la observación se hace desde Spithead Head, Desde allí no es posible ver toda la costa de la isla, además de estar ubicado mucho más cerca de uno de sus extremos. En el mejor de los casos, solo podría ver unos 20 km de costa, equivalentes a sólo 12.4 millas.


Finalmente, las distancias hasta cada uno de los extremos visibles es muy diferente, por lo que no es posible que el la caída por curvatura sea igual en cada uno de los extremos


De todas maneras, como hemos visto en el tratamiento del Experimento 7, no es esperable una curvatura apreciable. 

Finalmente, respecto del Experimento 9, digamos que no importa que el objeto esté sobre el agua, sobre el suelo o flotando en el aire, la refracción atmosférica se produce por diferencias de densidad en las distintas capas y/o zonas de la atmósfera. Es decir, no importa sobre qué tipo de suelo se encuentren el observador y el cuerpo observado sino de la cantidad y la naturaleza de la atmósfera que hay entre ambos objetos. El ejemplo sugerido por Rowbotham de la moneda en el cuenco con agua, no aplica aquí.

Aunque las condiciones de temperatura, presión y humedad sean las mismas en ambos puntos de la observación, si el aire tiene distintas densidades en las capas bajas que en las capas altas de la atmósfera habrá mayor o menor refracción atmosférica,

Sobre los faros citados por el autor, y pasando por alto que Dunkerke está sobre el Canal de la Mancha, en el norte de Francia, digamos que cuando se habla del alcance de la luz de un faro, no significa que un observador a 4 metros sobre el nivel del mar deba verlo. Se entiende que a esa distancia debería ser visible si el observador estuviera a la altura necesaria sobre el nivel del mar para poder verlo. Podríamos tener un faro excepcionalmente potente que tuviera un alcance de 100 kilómetros, pero solo sería visible para los aviones. Además, no olvidemos que por esta razón los barcos de principios del Siglo XIX tenían destinado un lugar para  el vigía en el punto más alto disponible, en el tope de su palo mayor. Hay un problema en la interpretación que Rowbotham hace de los datos de los faros. Las menciones a los faros fueron tomadas por Eric Dubay y ya fueron considerados en el post correspondiente,que puede ser consultado aquí.

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